Las aguas
residuales son cualquier tipo de agua cuya
calidad se vio afectada negativamente por influencia antropogénica. Las aguas residuales incluyen las aguas usadas
domésticas y urbanas, y los residuos líquidos industriales o mineros
eliminados, o las aguas que se mezclaron con las anteriores (aguas pluviales o
naturales). Su importancia es tal que requiere sistemas de canalización,
tratamiento y desalojo. Su tratamiento nulo o indebido genera graves problemas
de contaminación.
Las llamadas aguas negras son las aguas residuales que están
contaminadas con heces u orina. La FAO (Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura) define aguas residuales como:
Agua que no tiene valor inmediato para el fin para
el que se utilizó ni para el propósito para el que se produjo debido a su
calidad, cantidad o al momento en que se dispone de ella. No obstante, las
aguas residuales de un usuario pueden servir de suministro para otro usuario en
otro lugar. Las aguas de refrigeración no se consideran aguas residuales. FAO
Las aguas residuales urbanas son
generalmente conducidas por sistemas de alcantarillado y tratadas en una planta de tratamiento de aguas para su depuración antes de su vertido, aunque no siempre es
así en todos los países. Las aguas residuales generadas en áreas o viviendas
sin acceso a un sistema de alcantarillado centralizado se tratan en el mismo
lugar, generalmente en fosas sépticas, y más
raramente en campos
de drenaje séptico, y a veces con biofiltros.
Aguas
servidas
A las aguas residuales de origen doméstico también
se les llama aguas servidas, fecales o cloacales. Son residuales, habiendo
sido usada el agua, constituyen un residuo, algo que no sirve para el usuario
directo; y cloacales porque son transportadas mediante cloacas (del latín cloaca, alcantarilla), nombre que se le da
habitualmente al colector. En algunos sistemas de alcantarillado se mezclan con las aguas de lluvia y
las infiltraciones de agua del terreno.
A las aguas servidas se las conoce también por el
término aguas negras debido
a la coloración oscura que presentan.
Como consecuencia de la amenaza
concreta que suponen para el medio ambiente y asimismo para la salud de los
seres vivos, las aguas residuales demandan especiales sistemas de tratamiento
para liberarlas justamente de estas sustancias altamente contaminantes.
Entonces, este tipo de agua debe ser
cuidadosamente tratada para proteger la salud pública como también para cuidar
a nuestro medio natural.
En primer lugar se deberá conocer a
ciencia cierta su composición, fase que se denomina caracterización del agua. A
través de esta, conoceremos los elementos biológicos y químicos presentes, y
así, en función de esta información, los profesionales expertos diseñarán una
planta de tratamiento adecuado. El objetivo final es que el agua regrese al
medio ambiente de manera depurada y libre de todo agente contaminante.
Dependiendo del tipo de contaminación
que exista se decidirá cuál es el mejor método para aplicarle. Por ejemplo, en
el caso de materia en suspensión se opta por la sedimentación y filtración, y
en el caso de la materia ya disuelta se usan tratamientos de tipo biológico.
Cabe destacarse que también es
indispensable que la planta que se desarrolle a los efectos de tratar el agua
residual disponga de estrictas normas que velen por el medio ambiente, es
decir, que su actividad no provoque olores molestos para quienes viven
alrededor de la misma.
Características
de las aguas residuales
Todas las aguas naturales contienen cantidades
variables de otras sustancias en concentraciones que varían de unos pocos mg/litro en el agua
de lluvia a cerca de 35 mg/litro en el agua de mar. A esto hay que añadir, en las aguas residuales,
las impurezas procedentes del proceso productor de desechos, que son los
propiamente llamados vertidos. Las aguas residuales pueden
estar contaminadas por desechos urbanos o bien proceder de los variados
procesos industriales.
Por su estado físico se puede distinguir:
La fracción coloidal y la fracción suspendida se
agrupan en el ensayo de sólidos suspendidos totales (SST)
Sustancias
químicas (composición)
Las aguas servidas están formadas por un 99 %
de agua y un 1 % de sólidos en suspensión y solución. Estos sólidos pueden clasificarse en orgánicos e inorgánicos.
·
Los
sólidos inorgánicos están formados principalmente por nitrógeno, fósforo, cloruros, sulfatos, carbonatos, bicarbonatos y algunas sustancias tóxicas comoarsénico, cianuro, cadmio, cromo, cobre, mercurio, plomo y zinc.
·
Los
sólidos orgánicos se pueden clasificar en nitrogenados y no nitrogenados. Los
nitrogenados, es decir, los que contienen nitrógeno en su molécula, son proteínas, ureas, aminas y aminoácidos. Los no nitrogenados son principalmente celulosa, grasas y jabones.
La concentración de materiales orgánicos en el agua
se determina a través de la DBO5, la cual mide material orgánico
carbonáceo principalmente, mientras que la DBO20 mide material orgánico
carbonáceo y nitrogenado DBO2.
Características
bacteriológicas
Una de las razones más importantes para tratar las
aguas residuales o servidas es la eliminación de todos los agentes patógenos de
origen humano presentes en las excretas con el propósito de evitar una contaminación biológica al cortar el ciclo epidemiológico de transmisión. Estos son, entre otros:
Materia
en suspensión y materia disuelta
A efectos del tratamiento, la gran división es
entre materia en suspensión y materia disuelta.
·
La
materia en suspensión se separa por tratamientos físicoquímicos, variantes de
la sedimentación y filtración. En el caso de la materia suspendida sólida se
trata de separaciones sólido - líquido por gravedad o medios filtrantes y, en el caso de la materia aceitosa, se emplea la separación L-L, habitualmente por flotación.
·
La
materia disuelta puede ser orgánica, en cuyo caso el método más extendido es
su insolubilización como material celular (y se
convierte en un caso de separación S-L) o inorgánica, en cuyo caso se deben
emplear caros tratamientos físicoquímicos como la ósmosis inversa.
Los diferentes métodos de tratamiento atienden al tipo de contaminación: para la materia en suspensión, tanto orgánica
como inorgánica, se emplea la sedimentación y la filtración en todas sus
variantes. Para la materia disuelta se emplean los tratamientos biológicos (a
veces la oxidación química) si es orgánica, o los métodos
de membranas, como la ósmosis, si es inorgánica.
PROBLEMAS CAUSADOS POR LAS AGUAS RESIDUALES
El agua, origen y base de la vida, se ha consolidado como
medio indispensable para cualquier alternativa de futuro. No existe actividad
humana: económica, industrial, social o política que
pueda prescindir de este vital recurso. Sobre esta realidad, se han desatado
todas las vocaciones, ideas y acciones para su control, uso y dominio.
Su
esencialidad para la vida y su multiplicidad de usos, generan grandes conflictos entre diversos sectores e intereses de
la sociedad.
Sin
embargo, las inundaciones, las sequías, la pobreza, la contaminación, el tratamiento inadecuado de los desechos y la
insuficiencia de infraestructuras para la desinfección del agua plantean serias
amenazas a la salud pública, al desarrollo económico y social de los países en vías de
desarrollo.
·
Contaminación
natural: es la que existe siempre, originada por restos animales y vegetales y por minerales y sustancias que se disuelven cuando los
cuerpos de agua atraviesan diferentes terrenos.
·
Contaminación
artificial: va apareciendo a medida que el hombre comienza a interactuar con el medio ambiente y surge con la inadecuada aglomeración de las
poblaciones, y como consecuencia del aumento desmesurado y sin control alguno,
de industrias, desarrollo y progreso. Es gravísima.
Podemos
decir que es preocupante el uso del agua para fines tales como: lavado de
automóviles, higiene, limpieza, refrigeración, y procesos industriales en general, ya que si no son
debidamente tratados retornan al ciclo con distintos niveles de
contaminación.
Son enfermedades transmitidas
por el agua el cólera, la fiebre tifoidea, la disentería, la poliomielitis, la
meningitis y las hepatitis A y B, entre otras. Los lugares que carecen
de instalaciones de saneamiento apropiadas favorecen la rápida propagación de
estas enfermedades debido a que las heces expuestas a cielo abierto contienen
organismos infecciosos que contaminan el agua y los alimentos.
La
mayoría de estas enfermedades se pueden prevenir con la mejora del saneamiento
público, la provisión de agua limpia y medidas de higiene como lavarse las
manos después de ir al baño o antes de preparar la comida. La construcción de letrinas sanitarias y el tratamiento de
las aguas servidas para permitir la biodegradación de los desechos humanos
ayudarán a contener las enfermedades causadas por la contaminación.
En áreas abiertas donde las aguas negras están presentes, el olor desagradable es probablemente el peor efecto, suponiendo que no hay exposición a largo plazo. Sin embargo, las partículas de las aguas residuales son capaces de dispersarse en el aire, y la inhalación de estas provoca efectos adversos para la salud, tales como malestar gastrointestinal, diarrea, náuseas y vómitos. Representan la mayor amenaza para la salud pública cuando entran en el suministro de agua, donde se diluyen y se extienden mucho más allá de donde se originaron. Aunque hervir el agua antes de su consumo reduce al mínimo el riesgo de enfermedades transmitidas por la misma, hay un alto riesgo de enfermedades potencialmente mortales como el cólera y la disentería por tomar agua contaminada con residuos.
Las personas que entran en contacto con las aguas negras
necesitan vacunarse contra el tétanos, por lo general una vez cada 10 años.
Ciertos gusanos parásitos frecuentemente presentes en las aguas residuales
causan leptospirosis, que se transmite principalmente por las ratas. La
hepatitis A se produce por la ingesta de agua o alimentos preparados con agua
contaminada con desechos residuales sin tratar.
CIBEGRAFIA
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